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Mensajes - 50007716-1-Lucía-631

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Buenos días presidencia, delegados y delegadas,

-¿Qué trastornos mentales pueden verse provocados o agravados a raíz de las redes sociales? ¿Por qué? 

No es ningún secreto que, durante estos últimos años y tras la pandemia, el uso de las redes sociales, especialmente entre adolescentes, ha aumentado considerablemente. Según un estudio realizado por la Royal Society of Public Health y la Universidad de Cambridge, se estima que el 91% de los jóvenes de entre 16 y 24 años usa internet con el fin de interactuar a través de las redes sociales; y que, de dichos usuarios, los índices de ansiedad y depresión es de un 70%. Asimismo, esta misma investigación establece que, los jóvenes que pasan más de 2 horas al día en redes sociales tienden a tener una salud mental más deficiente.

Por otro lado, un síndrome frecuente entre los usuarios de las redes sociales es el FoMO, de la abreviatura inglesa Fear of Missing Out ("miedo a perderse algo", en español). Este síndrome se caracteriza por el sentimiento de angustia y preocupación ante el pensamiento de ausentarse de internet y las redes sociales y, como su nombre indica, perderse experiencias que otras personas podrían estar disfrutando. Las personas que sufren este trastorno tienden a pasar más tiempo en las redes sociales, sufriendo una serie de emociones negativas y por consecuente trastornos psicológicos y físicos. 

Entre los trastornos mentales que el FoMO produce destacan la depresión, ansiedad, insomnio y baja calidad de sueño, trastornos alimenticios y baja satisfacción con la propia vida.

De igual manera, el uso de las redes sociales empeora la relación de adolescentes y jóvenes con su propia imagen, pudiendo desembocar en problemas psicológicos, destacando los trastornos de alimentación y el trastorno dismórfico corporal, caracterizado por la autopercepción distorsionada de la propia imagen que magnifica cualquier detalle del propio aspecto que pueda considerarse defecto. En relación a las redes sociales, estos tipos de trastornos se dan o empeoran debido a la comparación entre estos usuarios y perfiles que muestran apariencias tóxicas, poco realistas y por lo general inalcanzables, así como filtros y retoques que nos muestran un físico imposible. Al compararse, los usuarios desarrollan una desafección con su propia imagen, que afecta negativamente a la autoestima.

https://sid-inico.usal.es/wp-content/uploads/2023/12/redesocialesaludmentaljovenesyadolescentes.pdf 

Además, debido al uso excesivo de redes sociales, otros trastornos se han visto incrementados. Un ejemplo sería el trastorno de personalidad narcisista, que se caracteriza por la necesidad de quien lo sufre de recibir atención y admiración, careciendo de empatía, aunque tras la falsa máscara de seguridad, la persona sufre problemas de autoestima graves. Esa necesidad de atención hoy en día es más que fácil de cubrir, ya que puedes intentar conseguir la atención de tus seguidores con un post, un video o una historia al alcance de un click.

Asimismo, y como ya hemos mencionado previamente, la ansiedad y depresión se agravan o se crean en relación a las redes sociales. La razón de esto está relacionada con la necesidad de comentar, compartir y mirar a través de internet, haciendo que el propio individuo no pueda despegarse de su pantalla, dejando de prestar atención a las cosas que tienen verdadera importancia en su vida. Además, con el excesivo uso de las redes sociales, se le otorgar demasiada importancia a la opinión de los demás ante todo lo que el individuo haga y publique, aumentando las posibilidades de que dicha persona sufra de ansiedad o depresión.

https://www.giztab.com/enfermedades-mentales-y-trastornos-redes-sociales/ 

En todos estos trastornos también repercute la actual tendencia a romantizar los trastornos psicológicos y psiquiátricos en redes.

A día de hoy, en las redes sociales, el tema de las enfermedades mentales es cada vez más popular. Y si se navega por dichas plataformas, no sería extraño encontrarse con perfiles o blogs que fomentan estos trastornos, desde imágenes explicitas que pueden llegar a ser un detonante emocional hasta citas promoviendo la depresión y muchos otros trastornos. 

Este tipo de conductas es extremadamente peligroso, en específico para los más jóvenes, que tras verlas pueden tratar de imitar la imagen idealizada de belleza frágil que se vende en redes relacionada con la mala salud mental. Esta manipulación de la realidad sobre los trastornos psicológicos contribuye a que los mismos no se vean como algo serio, haciendo que personas con ese tipo de problemas no se atrevan a alzar la voz porque se les tratará de “exageradas”.

https://www.vagabunda.mx/romantizar-las-enfermedades-mentales-la-estrategia-de-consumo-dirigida-a-jovenes/ 

Para concluir, es evidente que no todo lo relacionado con las redes sociales tiene un impacto negativo, pero para poder aprovechar las herramientas positivas que nos otorgan debemos ser críticos con toda la información que recibimos.

Sus respuestas serán de gran interés para mí.

Delegada Lucía Jiménez- Centro San Valero (Zaragoza)

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Zona de debate de la Comisión / Re: Pandemia y salud mental
« en: Diciembre 28, 2023, 02:12:54 pm »
Buenos días, Presidencia y Delegados.

La pandemia de la COVID-19 en 2020, no supuso solo repercusiones físicas para los ciudadanos debido a la enfermedad, sino que también repercutió económicamente y afectó a la salud mental de las personas. Durante el confinamiento, nuestra vida cotidiana se vio repentinamente interrumpida; añadiendo que tuvimos que experimentar situaciones de estrés debido a la enfermedad o la muerte de seres queridos, así como la posible pérdida de empleo de estos mismos o la propia.

Según una investigación apoyada por la OMS, la pandemia de la COVID-19 provocó en todo el mundo en 2020 un aumento del 27,6% en los casos de trastorno depresivo mayor y un aumento del 25,6% en los casos de trastornos de ansiedad. Los mayores aumentos de dichos trastornos tuvieron lugar en zonas muy afectadas por la COVID-19, en las que la movilidad de las personas fue menor y las tasas de infección por COVID-19 fueron más elevadas.

Los que se vieron más afectados por esta epidemia de la salud mental fueron las mujeres y los jóvenes (en especial entre los 20-24 años).

Por otra parte, más del 33% de los Estados Miembros de la OMS notificaron que, como consecuencia de la pandemia, los servicios de salud mental, neurológicos y de uso de sustancias se vieron interrumpidos entre noviembre y diciembre de 2021. Asimismo, los programas más afectados fueron los de salud mental en las escuelas (que se vieron afectados en un 56%) y los de prevención y tratamiento del alcoholismo (en un 51%).

https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/354393/WHO-2019-nCoV-Sci-Brief-Mental-health-2022.1-spa.pdf?sequence=1   

Por otro lado, el Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en Infancia y Adolescencia declara en el siguiente comunicado que los diagnósticos a nivel global relacionados con trastornos mentales en Urgencias Pediátricas después de la pandemia aumentaron un 10%. Y los diagnósticos que más aumentaron fueron: “Intoxicación no accidental por fármacos” (122%), “suicidio/intento de suicidio/ideación autolítica” (56%), “trastorno de conducta alimentaria” (40%), “depresión” (19%) y “crisis de agresividad” (10%).

https://www.aeped.es/sites/default/files/20220407_np_salud_mental_infancia_y_adolescencia.pdf 

Cuando inició la pandemia, la identificación y tratamiento de la salud mental se vio interrumpida. La distancia social y las medidas del confinamiento dificultaron la capacidad de proporcionar servicios presenciales, ya que los recursos de la salud se concentraron en combatir las crecientes tasas de infección y hospitalización. Además, debido al miedo de infectarse, fueron muchos los usuarios decidieron evitar el contacto con los especialistas.

Debido a esto, muchos países se esmeraron en reconfigurar la manera de atender a los pacientes, para asegurarse de que siguieran tratándose, añadiendo citas online o por teléfono. Aunque, de igual manera, el número de pacientes que se trataban disminuyeron con respecto al inicio de la pandemia.

https://health.ec.europa.eu/system/files/2022-12/2022_healthatglance_rep_en_0.pdf   

En conclusión, la pandemia de la COVID-19 tuvo efectos innegables sobre la salud mental de los ciudadanos, que todavía podemos observar a día de hoy.

Delegada Lucía Jiménez- Centro San Valero (Zaragoza)

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