Buenas tardes, Presidencia y delegados.
El informe inicial de la Comisión de Inteligencia Artificial en la era digital presenta en su introducción el siguiente tema:
"Desde un punto de vista empresarial y económico, sustituir a las personas por cierto tipo de máquinas aumentaba la productividad y, con ello, el beneficio de las empresas. Desde el punto de vista social, el despido de aquellos cuyas tareas podía hacer una máquina ocasionaba pobreza e incertidumbre laboral, traslados poblacionales, cambios en las tendencias de estudios y de profesiones más demandadas."
Me resulta muy interesante reflexionar sobre la sustitución del trabajo por tanto máquinas como Inteligencias Artificiales y los límites éticos que tiene esta acción. Más allá de la cantidad de empleos que se encuentran en peligro de sustitución, que según El Mundo son más de 300 millones, debemos analizar todos los inconvenientes que se reflejan en los consumidores.
Poniendo un ejemplo, la empresa norteamericana de salud mental llamada Koko decidió implementar un novedoso sistema donde las consultas de los consumidores fueren resueltas por un
chatbot en vez de un trabajador. Una vez los usuarios se dieron cuenta de este hecho, dejaron de usarlo. Este caso me lleva inevitablemente a plantearme lo siguiente: ¿Es ético que los consumidores no reciban un trato humano? ¿Está la Inteligencia Artificial lo suficientemente preparada para hacer el trabajo de psicólogo, un oficio que destaca por habilidades más emocionales? ¿Hasta qué punto es ético maximizar los beneficios de la empresa disminuyendo, a su vez, el beneficio de los clientes?
Asimismo, considero muy provechosas todas las ventajas que la tecnología nos ha proporcionado en trabajos de alto riesgo, como la minería, pues los humanos podemos, cada vez más, dedicarnos a trabajo donde la seguridad esté asegurada, una medida que desde el punto de vista de ético es muy positiva. A la hora de legislar el papel de la Inteligencia Artificial en el mundo laboral, ¿debemos restringir el trabajo a solamente los humanos, favoreciendo más la ética y nuestra parte más humana, a solamente las máquinas, favoreciendo el beneficio, y por ello, el crecimiento económico y de países, o buscar un equilibrio entre ambos?
Con respecto a esta última opción, he encontrado un artículo muy interesante sobre el "equipo humano-robot", un novedoso sistema de trabajo que se podría implementar donde se combinan las ventajas de ambos para intentar aunar el beneficio y la emoción.
Sin embargo, ¿debemos ponerlas equilibradas en la balanza o una debe pesar más que la otra? ¿Resultaría de nuestro favor priorizar la ética o el beneficio, o a pesar de no recibir el máximo rendimiento, potenciar estas dos características por igual?
Iván Gándara: Comisión 2 (Comisión de Inteligencia Artificial en la Era Digital).
Colegio Internacional Eirís, A Coruña, Galicia.
Fuentes:
https://www.elmundo.es/tecnologia/2023/03/29/64248311fdddffab0b8b45cf.htmlhttps://www.latercera.com/opinion/noticia/columna-de-susana-sierra-urgencia-de-los-dilemas-eticos-de-la-inteligencia-artificial/MJQZQKDDINDLFJWGQKSOH2U2NY/https://www.cryptopolitan.com/es/robot-humano-una-alternativa-etica-a-la-ia/