Buenas tardes, Presidencia y Delegación. ¡Pido disculpas de antemano por la longitud del mensaje!
Como es consabido, las sequías se han visto notablemente exacerbadas como resultado
de nuestra negligencia, de nuestra irresponsabilidad. Incluimos la mala gestión hídrica (regadíos sobredimensionados, pozos ilegales, sobreexplotación del agua, urbanismo desmedido, etcétera); las consecuencias del cambio climático, habiendo subido, por cierto, en las últimas tres décadas más del doble de la media mundial en el continente europeo
[2]; los vertidos urbanos, industriales y agropecuarios (combinación de agricultura y ganadería); entre otras razones
[1]. Y, a pesar de que la escasez de agua es un problema grave, a menudo no se toman las medidas adecuadas para abordarlo.
Aunque los desafíos técnicos (por ejemplo, la protección de acuíferos, la distribución equitativa del agua en zonas muy pobladas) puedan resultar desalentadores, son comúnmente más fáciles de tratar que los problemas subyacentes a la mala gobernanza y desigualdad de acceso. En ciertas partes del mundo, la corrupción o la desidia, sumadas a la posible falta de actuación gubernamental, socavan el derecho al agua. Además, los habitantes de países de altos recursos, como muchas de las naciones europeas, perciben la escasez de agua como un problema lejano y abstracto, pues no son afectados cotidianamente; asimismo, como un asunto ajeno a su voluntad y alcance puesto que se considera que debe ser abordado por grandes instituciones y organismos, no por individuos.
[3] Existe una flagrante
falta de consciencia.
Es de nuestra responsabilidad, como beneméritamente hacen muchas personas actualmente, actuar, siendo nosotros conocedores del panorama. Y el arma más potente que existe para combatir (por un fin mejor) dicha ignorancia, y que debemos potenciar máximamente, es la
educación: el mecanismo de movilidad social más eficaz; impide que se perpetúe el círculo vicioso de la pobreza, reduce la desigualdad social, nos ayuda a tomar decisiones más acertadas, fomenta el desarrollo personal, además de otros beneficios evidentes.
La Unión Europea (con la ayuda de otras organizaciones, gubernamentales o no), además de proporcionar educación a aquellas regiones en las que se carezca de ella (mayoritariamente a países en vías de desarrollo), debe impulsar políticas y legislación que favorezca la concienciación ciudadana, a todas las edades. Dicha concienciación debe ajustarse a programas que escuden el bienestar del planeta y de la humanidad en conjunto, verbigracia, los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Como las campañas de sensibilización públicas suelen resultar ineficaces (provocando su sobreexplotación apatía en nosotros), es fundamental que dicha educación se promueva mayormente a
las nuevas generaciones (formando aún su visión de la realidad) desde su entrada en los centros educativos, para que adquieran y se sientan plenamente identificados con la protección del medioambiente a lo largo de su vida: además del cuidado del agua, todos los ámbitos incluidos en los ODS. Así, arraigamos esta consciencia en la identidad de las masas, de la ciudadanía, que son las que realmente disponen del poder para conseguir un cambio. Esta es mi proposición de mayor peso en este mensaje.
Y en relación con el ámbito empresarial, quisiera destacar las ideas expuestas por
46034211-3-Sara-3 del mensaje que adjunta
MOD-José Ángel-3 en este mismo canal. Para conseguir que el sector privado se afilie al cuidado del medioambiente, debe conseguirse que les reporte prestigio o rédito. En el primer enlace
[4] del mensaje mencionado, Isabel Roser declara: "Antes ser sostenible era una virtud, pero ahora va mucho más allá. Ahora es un elemento estratégico a la hora de
recibir financiación europea. También es una
estrategia de competitividad para las empresas e incluso una obligación a nivel de buen gobierno y ética." También: “Aumenta la exigencia en divulgación de sostenibilidad corporativa, pero esto también es una oportunidad que permitirá que a muchas empresas y sectores productivos
se les valore no solo por sus resultados financieros sino también por muchos otros aspectos como las buenas condiciones de tus empleados, el impacto ambiental de tu actuación… Se
bonificará a las empresas y esto generará nuevas oportunidades”. Es decir, produciendo un beneficio (de qué otra manera si no) a las organizaciones ya existentes para que se ajusten al cuidado del entorno es una manera eficiente de concienciar indirectamente. Y además de subvenciones, se debe también considerar el aumento de certámenes que fomenten la competitividad y la innovación, como la del anexo
[5].
Por último, quisiera añadir que el concepto sugerido por 29002940-3-Carlos-504 de
"Efecto Bruselas" [6], muy interesante, con el que la Unión Europea ejerce una gran influencia en determinados sectores en el resto del mundo, debería ser motivo suficiente para que tomemos las medidas pertinentes para estimular el progreso de la humanidad.
Muchas gracias por vuestro tiempo, presidentes y delegados.
Delegado Javier Ruiz de Larriva - El Centro Inglés (El Puerto de Santa María)
Referencias bibliográficas:
[1] https://es.greenpeace.org/es/sala-de-prensa/comunicados/la-sequia-que-vendra-razones-y-soluciones/ (Link sugerido por 29002940-3-Carlos-504) [2] https://earthobservatory.nasa.gov/world-of-change/global-temperatures[3] https://www.hrw.org/news/2016/10/12/water-haves-and-have-nots-why-water-scarcity-human-rights-issue[4] https://www.lasprovincias.es/sociedad/educacion/isabel-roser-experta-sostenibilidad-ue-pasado-mirada-20231017002920-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.lasprovincias.es%2F[5] https://www.valdeorrasdecerca.com/el-rey-felipe-vi-se-interesa-por-el-proyecto-ruagua-del-consorcio-de-aguas-de-valdeorras/ (Link sugerido por 46034211-3-Sara-3 en "Infraestructuras hídricas")[6] https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-07-13/asi-domina-mundo-union-europea_2675036/